Autopista al deporte

Mañana entra en vigencia el programa “Deportes para Todos”, programa anunciado por Cristina Fernández el jueves pasado. La buena noticia es la continuación natural de la política iniciada con “Fútbol para Todos”, que posibilitó la transmisión por canales de aire del torneo de primera división de nuestro futbol.

Quien hubiera imaginado este escenario hace unos años, cuando agradecíamos el solo hecho de que el partido de nuestro equipo no se transmitía codificado, sino que iba por “TyC Sports”. De ese escenario al que quedara vigente a partir del primero de marzo, habrá una contraposición absoluta, una política de estado propia de la aplicación del manifiesto comunista. Por ello nosotros, los denominados “tibios”, los que dudamos en darle nuestro apoyo absoluto al gobierno, agradecemos esta medida, que renueva nuestras esperanzas y refresca nuestra relación. Nos deja nuevamente juntos a la izquierda, al trazar la famosa divisora de aguas.

A la derecha de la divisora quedaran los que adhieran a los comentarios de Clarín, que no anuncio la noticia en tapa y que realiza este tipo de comentarios en sus páginas: “Según Mariotto, van a financiarlo con las tandas. Lo mismo habían dicho del "Fútbol para todos".” – “Los móviles para trasmitir le costaron al Gobierno un 157% más que a TyC”.

El programa le permitirá el acceso gratuito a transmisiones del fútbol en todas sus categorías y a partidos de las selecciones nacionales de este deporte, de básquetbol, de voleibol, de hockey, de rugby, así como el automovilismo, combates de boxeo y partidos de tenis, entre otros. Habrá un Consejo Federal de Televisión que definirá las competencias relevantes, y dispondrá el concurso para que la transmisión sea televisada por un canal de aire, sin afectar el derecho de exclusividad vía cable del emisor original.

Esta es una conquista que nunca debemos de olvidar, que tendremos que defender ante cada cambio de gobierno, como privilegio humano universal. Asimismo es importante que sirva como referencia para futuras nuevas reformas, en las cuales podamos reconquistar más derechos de los que hemos perdido conciencia, pero que son de acceso libre.