lunes, 11 de abril de 2011

PLANETA PINO

Fernando “Pino” Solanas es una de las pocas personas vivas que conoció profundamente a Perón. No solo lo conoció, sino que supo realizar un registro que ilumino el camino de la joven izquierda peronista en los 70, y que hoy sigue irguiéndose como discurso de los nuevos militantes. Parece ser que, así como Perón, Pino también desbarranca en el final de su carrera.

Sin profundizar comparaciones, Solanas fue históricamente un dirigente que represento los ideales progresistas, el extremo de la izquierda nacionalista. Salto a la popularidad tras su crecimiento radioactivo en las últimas semanas de las elecciones anteriores. Lo hizo en base a un discurso fresco, claro, que te conmovía y te hacia levantarte de la silla. Esto llevo a que su pequeño partido (a nivel masas), incorporara tanto militantes fuera de actividad, como personas que nunca habían militado. La batalla con el gobierno se presento casi inmediatamente, con ataques cruzados (Aníbal Fernández responsabilizándolo por el incendio de trenes del 2008, y Pino atacando al gobierno con generalidades que luego se hicieron eje de campaña) que fueron elevando el tono a niveles demasiado altos para tiempos no electorales.

Esta coyuntura no logro afectar generalmente, el rol de Proyecto Sur como ancla que inclinaba hacia la izquierda al gobierno, sobre todo cuando eran necesarias alianzas para la aprobación de leyes. Buenos ejemplos de esto son la presión para la estatización de Aerolíneas (en principio iba a ser puesta en consignación) y la eliminación de las telefónicas en la nueva Ley de Medios.

Sucedió que con la intensificación de las políticas progresistas de alto impacto por parte del gobierno luego de la derrota en las elecciones del 2009, Solanas fue sintiéndose incomodo ante la idea de saber que tenía que apoyar esos proyectos, y que por ello iba a ser tildado de oficialista. No temió entonces intensificar sus ataques contra el matrimonio presidencial, y comenzar a jugar mediáticamente a favor de la oposición. Muchos seguidores dudábamos en ese entonces de la nueva posición ocupada por Solanas, pero una seguidilla de actitudes del líder de Proyecto Sur, aclararon el panorama, y generaron la desilusión de sus propios compañeros de partido y seguidores. A saber: las desagradables palabras de Grondona, sintiéndose cercano; los elogios de Pino al espacio de Elisa Carrió, las declaraciones de respaldo a Fibertel, y por ultimo (llevando el foco a las acciones concretas) el rechazo del proyecto de papel prensa, que incluía muchos puntos elaborados por Proyecto Sur, acordados con el oficialismo.

Difícil ponerse en el lugar de Pino a finales del 2009, pero más difícil es comprender como fue que pensó que esta estrategia que está llevando adelante iba a redundar en un mayor caudal electoral.

El posible cambio en su candidatura a Jefe de gobierno de la ciudad, adapta mejor su nuevo perfil al electorado porteño, al cual históricamente le gusta jugarla de progresista, pero que alberga sentimientos reaccionarios que lo encuadran en la mas plena definición de “gorila”. Al asumir este cambio de candidatura como derrota adelantada en las elecciones presidenciales, Fernando Solanas, no solo va a perder la oportunidad de acceder al máximo cargo nacional, sino que pierde el respeto de mucha gente que supo tenerlo como referente de persona y como referente político. Es un planeta grande el de pino, del exilio en la dictadura y los balazos recibidos por la mafia de Menem, a la visita a Expoagro y la defensa del grupo Clarín. Tomar la distancia de este planeta, para poder comprenderlo, es algo que parece no ser posible por ahora.

2 comentarios:

  1. se dice mucho de algunas izquierdas que le hacen el juego a la derecha, pero yo creo, que son esas izquierdas y esas derechas a las que se les jugó el pasé, que son quienes le hacen el juego al gobierno. Nadie puede salir mas beneficiado de esas "jugadas" tan estúpidas. Mis felicitaciones a la izquierdas y a las derechas disidentes.

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  2. "desbarrancan" y "matrimonio presidencial" me hace ruido. Por otro lado, buena nota.

    Hay algo que muchas veces perdemos de vista, muchos políticos edifican su carrera a través (y a partir) de las elecciones, estos electoralistas suelen perder el hilo, el eje, el equilibrio. Si la política fuera sólo ganar elecciones (todas) tal vez no estuviesen mal vistos, pero no hace mucho que la mayoría de la gente (más una expresión de deseo que una realidad) está viviendo la política (que ya es bastante) como un proceso cont´nuo, desde lo cotidiano a las elecciones, en todos los aspectos de la vida. Desde mi punto de vista, ésta es una de las razones por las que el gobierno nacional es, hoy por hoy, el único sector que sigue creciendo con miras a las eleeciones venideras, pero sobre todo, con miras al futuro.

    Manolo

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